Carlos Castillo, el judas del clero de Lima

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Por Sanada Yukimura

“Dime con quién andas y te diré quién eres”, dice un conocido refrán que refleja la clase de personas que pueden ser algunos solo por el ansia del poder y del dinero, disfrazándose de ovejas cuando por dentro son unos lobos que sólo buscan vivir de los pobres fingiendo una preocupación hacia ellos. Esta es la historia de un sacerdote diocesano  del clero de Lima que siempre está en conversaciones con las autoridades de la ex PUCP, la universidad peruana que dice ser católica pero que está más contaminada con la teología de la liberación que profesan ciertos clérigos y que enseñan en esta casa de estudios. Con ustedes Carlos Castillo,  el judas del clero de Lima, la pieza que faltaba en este rompecabezas “liberachón” que no tiene cuándo acabar.

Movidas en setiembre

Hace unos meses las movidas del bando de Marcial Rubio empezó a funcionar preparando todo para las entrevistas con la comisión Erdo. La táctica tenía que funcionar. Si habían engañado a la mayoría  del alumnado de la universidad, ¿qué tan difícil podría ser engañar a tres cardenales?

Para ello, Roca Alcázar, el confesor de Marcial Rubio y miembro de la compañía, recurrió a sus amigos de siempre que se encuentran como el camaleón escondiéndose en medio del clero de Lima con caras de ovejas cuando por dentro son lobos siniestros que lo único que les interesa es quedar bien con las señoras ricachonas que las visitan y con el beneficio que pueden sacar de ellas.

Carlos Castillo por eso aquí cumple un papel importante ya que es oficialmente profesor ordinario de la universidad con un sueldo de 15 mil soles mensuales (alrededor de 5 mil dólares), un número nada despreciable para un cura que dice ser de los pobres. A pesar que existe una prohibición de no enseñar teología en la ex PUCP, algunos curitas como este lo siguen haciendo, basta ir y ver la malla curricular de la universidad para darse cuenta que la compañía junto con Castillo y otros que en su momento conocerán, han sacado la vuelta a la Iglesia creando cursos subalternos para seguir recibiendo millonaria paga. Claro, cumplen la norma porque no enseñan la sana teología sino que dictan aquella que tiene tinte rojo y que utiliza a los pobres como un medio para su fin. ¡Qué hipócritas! En su tiempo Jesús les diría: “Sepulcros blanqueados”.

Quiere pasar desapercibido

Pero vayamos por partes. ¿Quién es este curita? Castillo es párroco de una parroquia limeña que tiene necesidades y en la que este sacerdote dice preocuparse. Un presbítero raro que vive apartado de todo el clero porque ha hecho su propia diócesis en medio de Lima teniendo como obispo a su padre liberador, el único obispo en el Perú que en vez de tener una cruz en su anillo episcopal tiene la hoz del comunismo, sí, nuestro querido amigo Luis “Bambi” Bambarén.

Castillo es conocido por estar pidiendo “limosnas” a las señoras más ricachonas de la capital según dice “para los más necesitados”. Lo que nadie sabe es si realmente utiliza ese dinero para esos fines o para pagar su gimnasio; o la bicicleta de titanio que bordea los 10 mil dólares y que maneja por  los alrededores de su parroquia. Una cacheteada a la pobreza para alguien que dice ser el mártir de los pobres.

Obediencia a Bambarén

Pero como este samurái no habla sin pruebas para que sus asiduos lectores puedan entender el tema de trasfondo. Aquí les demuestro quién es el verdadero pastor de Castillo que a pesar de su edad sigue haciendo de las suyas para vivir como rico. Así han utilizado sus artificios para estar presentes en actividades con los pobres y ganar una foto que les sirve para luego promocionarse con las millonarias de Lima y de esa manera se pueda seguir llenando las arcas de los pobres, digo del Padre y del hijo.

La presencia de Bambaren nos ayuda a comprender cuáles son los amigos obispos “gestionadores” que tiene Rubio y que escuchamos de sus propios labios en unos audios que este humilde servidor publicó. Lo más triste es que no se dan cuenta que la decisión que se tome con esa universidad será decisiva para el destino de otras universidades católicas en el mundo.

Movidas rojas

Fuentes de este samurái desde la ex PUCP confirman que este sacerdote fue ante los cardenales de la comisión Erdo para defender los intereses de Marcial Rubio. Con todo eso ya podrán imaginar cuál ha sido su posición de este señor, digo, de este curita ante los tres cardenales. Para esta gente siniestra todo vale en especial los lazos que han ido construyendo desde hace mucho tiempo aguardando este momento. ¿O acaso creen que la distinción que la ex PUCP otorgó al Cardenal Muller fue casualidad? En este plan para sacar a la Iglesia de la universidad todo sumaba en especial las coordinaciones que este curita “liberachón” Carlos Castillo realizó desde hace años cuando decidió vender su alma al dios dinero. Habrá que ver en qué termina.